La periodoncia es la ciencia que estudia el periodonto, este es el área que rodea el diente y está compuesto por la encía, el hueso alveolar, el ligamento periodontal y el cemento radicular.

La exploración visual es muy importante, junto con las radiografías y la sonda periodontal para detectar precozmente la enfermedad del periodonto (periodontitis o más coloquialmente conocido como piorrea), y así el tratamiento es más sencillo con un pronóstico más favorable.

La enfermedad periodontal tiene una causa claramente bacteriana. Factores generales del individuo, su sensibilidad genética, el tabaco, enfermedades sistémicas como diabetes o enfermedades hormonales, y factores locales favorecedores de placa bacteriana (como malposición dental, empastes mal ajustados, ...) potencian la progresión de la periodontitis.

Otro factor que favorece la periodontitis es el trauma oclusal causado por maloclusión dental (los dientes no encajan bien) o por por bruxismo (apretamiento o frotamiento dental).

• Gingivitis ligera, moderada o severa: proceso inflamatorio a nivel de la encía, generalmente indolora y que sangra al sondaje o espontáneamente. Hay un acúmulo de placa dental y cálculo ( "sarro").
• Peridontitis crónica: pérdida y destrucción de parte del hueso alveolar, la encía se retrae y aparecen bolsas periodontales.

Después de realizar una correcta y completa exploración y concretar un diagnóstico, es necesario que planteamos al paciente un preciso plan de tratamiento, que inicialmente debe ser curativo mediante la eliminación de los agentes causantes y mejora de los factores generales.

Así el tratamiento comenzaría con motivación del paciente e instrucciones de higiene oral, raspado, extracciones de dientes con mal pronóstico, ajuste de empastes desbordantes, ferulización de dientes con movilidad, placa de descarga en pacientes bruxistas. Una vez realizado todo esto se valoraría si es necesario un tratamiento quirúrgico periodontal.

• implante o tornillo de titanio que insertamos quirúrgicamente en el hueso
• pilar de titanio o cerámica que se adapta al implante y sobre el que pondremos la corona de la nueva diente. También podemos insertar la corona directamente atornillada sobre el implante, dependiendo de cada caso.

Hoy en día también existe la posibilidad de colocar implantes de circonio (consiste en un tipo de cerámica), que se empezaron a comercializar en 2004. De todos modos, la primera opción serían los implantes de titanio, ya que hay numerosos estudios a largo plazo demostrando su óptimo resultado, pero en caso de alergia al titanio se podría valorar el circonio, teniendo en cuenta que no hay estudios a largo plazo.